¿POR QUÉ CONSUMIR DULCES ARTESANOS?

El consumir postres artesanales es un placer y felicidad, ya que te deja un formidable sabor en el paladar. Pero, ¿sabías que este delicioso plato dulce también te aporta muchos beneficios los cuáles son de gran importancia para tu organismo?.

Los postres pueden no ser la forma más saludable de nutrir tu cuerpo, pero si consumes la dosis adecuada, sería una opción correcta para alimentar tu cuerpo y mente. Dulces como chocolate negro, contienen fuentes ricas de energía y te proporcionan las vitaminas, y antioxidantes necesarios para tu dieta. Los alimentos que tienen alto porcentaje natural en carbohidratos ayudan al cerebro y al cuerpo a producir sustancias químicas (como la serotonina) que contribuyen al bienestar emocional en general.

Nos aportan un menor contenido calórico en comparación con la pastelería industrial. Y es que, tal como indican los diferentes expertos en la materia, una porción de un dulce artesano y casero, puede rondar las 200 calorías frente a las 400 o más calorías que puede llegar a contener un dulce de elaboración industrial.

Podríamos decir, que la bollería industrial se ha encargado de hacer creer a las personas que sólo los dulces pueden estar hechos de harinas procesadas, azúcares y alimentos con una alta ingesta calórica, pero hoy en día estos maravillosos dulces artesanales, te quitarán el antojo y también te ayudarán a que estés sano con tu cuerpo.

La tendencia al consumo de bollería está ligada a un mal hábito alimentario, posible en todos los grupos de edades y favorecido por la rapidez, el bajo precio y la facilidad con la que tenemos a nuestro alcance este tipo de productos, la publicidad, y la educación que recibe nuestro paladar desde que somos pequeños». Por lo general, tenemos tendencia a lo dulce, azucarado y sabroso, de ahí que cueste más acostumbrarse a tomar alternativas más saludables como el chocolate alto en pasta de cacao, cuyo sabor es más amargo. Pero, pese a la creencia general –seguro que alguna vez ha sentido el impulso de tener que ingerir dulce–, los nutricionistas desmienten que exista una necesidad de tomar este tipo de alimentos. Realmente, lo que necesitamos es comer. Nuestro cuerpo requiere de energía para cumplir sus funciones vitales. La forma en la que se la damos a través de los alimentos la elegimos nosotros, y el conocimiento de lo que nos viene bien depende del saber de cada uno y forma parte del trabajo del dietista-nutricionista, enseñar a la población a elegir bien y cuidar su alimentación de este modo. Lo ideal para calmar esa apetencia por comer dulce es hacerlo con «buenos alimentos que nos aporten beneficios, y para ello hay que saber comprar y conocer la materia prima».

Entre los beneficios que traen, el más principal es que están llenos de nutrientes. Hay una razón, por la que el cuerpo anhela ciertos deliciosos postres que si eres sabio sabrás comer los dulces que te ayuden a mejorar tu cuerpo y no alimentos ultra procesados. Otro beneficio que aporta el comer dulces artesanales, es que te ayudan a mejorar el control de peso. Los antojos de dulces, sin duda son una de las principales causas del fracaso de las dietas.

Sin embargo, los estudios han demostrado que los adultos que disfrutan de un postre, pero que consumen una dieta nutritiva, tienen más probabilidad de producir un éxito a largo plazo para perder peso. 

La elección de dejar de consumir dulces con la esperanza de lograr un objetivo de pérdida de peso, casi siempre será un fracaso ya que casi siempre conducirá a comer en exceso y al consumo excesivo, hasta llegar a la satisfacción. 

Equilibrar sus indulgencias con una alimentación más saludable y el ejercicio regular es más probable que conduzca al éxito de la dieta que eliminándolos por completo.

Los dulces como los que se ofrecen en Dulces Laly, son productos naturales elaborados con materias primas naturales, que proporcionan vitaminas, la fibra y los antioxidantes necesarios para la dieta. Algunos de los ingredientes naturales más básicos y sin refinar que se suelen utilizar son la harina, el huevo, el aceite de oliva, frutos secos, etc. Algunas pastelerías utilizan diferentes tipos de harina u otras alternativas para que aquellas personas intolerantes al gluten también puedan disfrutar de exquisitos dulces sanos y naturales. 

Por otra parte, los dulces artesanales ofrecen una oportunidad conveniente para incorporar más fruta a la dieta. Como sabemos, es una parte esencial de su ingesta diaria de nutrientes, que nos mantienen saludables, fuertes e inmunes. 

Este tipo de dulces caseros y artesanales se elaboran diariamente. Es decir, nos garantizan siempre unos productos frescos y de alta calidad sin tener que utilizar ningún tipo de conservante artificial para mantenerlos. Y es que, el trabajo diario asegura que los dulces no pierdan su textura debido a la humedad, entre otras causas.

La diferencia entre distintos productos de repostería la podemos encontrar en el tipo y la cantidad de los alimentos que se han utilizado para elaborarlos, es recomendable ver el listado de ingredientes que contiene. Lo más recomendable es preferir los alimentos que lo inician con harina, huevo…en lugar, de los que contienen el azúcar o la manteca como primer ingrediente.

Es preferible, que el sabor y el atractivo del producto se consiga a base de frutas o frutos secos, que no con mantequilla, crema pastelera o nata.

Quizás muchos desconozcan que la costumbre de comer dulces se remontan a la antigua Roma. Aunque los dulces empezaron a popularizarse con el descubrimiento de la miel de abeja muchos años antes no fue hasta la llegada del Imperio Romano cuando se extendió la costumbre de comer dulces al final de una comida. El postre era cómo poner el broche de oro a una gran comida. Era cómo realzar todo lo comido anteriormente además de ser un complemento importante en cuanto a aporte de nutrientes se refiere. 

En las comidas familiares o entre amigos lo mejor siempre viene al final. Por eso, como hacían los romanos, dejamos lo mejor para el final. No sólo porque comamos algo dulce que nos deje un buen sabor de boca sino porque con el estómago contento las conversaciones de sobremesa toman una dimensión diferente.

Y no solo en comidas familiares. Siempre se ha dicho siempre que los grandes negocios se cierran en una buena sobremesa. Y en ellas no puede faltar un buen café junto con algún licor y por supuesto un buen rosco de anís o quizás algún dulce de pasas y nueces.